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GERVASIO: EL CANTAUTOR ARACHÁN QUE FUE LEYENDA EN CHILE Y CERRO LARGO DESCONOCE

GANÓ EN VIÑA DEL MAR, SE ENFRENTÓ A PINOCHET Y SU MISTERIOSA MUERTE CONSTITUTE UN ENIGMA AÚN SIN RESOLVER  

Fue muy difícil reconstruir esta historia y conectarla con Cerro Largo, la tierra natal de José Gervasio Viera Rodríguez, un ídolo de multitudes que triunfó en el país trasandino pese a las luces y sombras que rodean su nombre, su vida y su muerte.

Artísticamente, estamos sin lugar a dudas ante el mayor exponente de la música melódica, oriundo del departamento, quien deslumbró con su talento en la región, siendo la voz del afamado grupo “Los Náufragos” y ganando el certamen musical de mayor prestigio del continente, Viña del Mar; nada más y nada menos que en una época de oro para el canto latinoamericano.

Pese a la ausencia por aquellos años de celulares, redes sociales y todo lo que conlleva a la globalización y la inmediatez de la información, cabe la pregunta de ¿cómo es posible que su trayectoria, su historia, no se conozca en su tierra natal cuando ya pasaron 30 años de su muerte?

MUCHOS “PERO´S”

Tratando de conocer sus orígenes Cerro Largo Portal buscó la palabra de gente del ambiente, de su mismo palo, contemporáneos, comunicadores, historiadores del medio, quienes brindaron a nuestro medio respuestas poco claras ante la pregunta base de ¿usted lo conocía?

“Creo que lo conocí, pero no me acuerdo mucho”, “puede ser que sea de acá, pero no lo tengo claro”; “había uno de Fraile Muerto que cantaba en aquellos años, pero lo perdí del mapa”, “es raro que sea él, aunque se parece”, “vivía en Herrera y Tacuarí”, “Una vez me pidió una guitarra, pero era Rodríguez no Viera”; “Él nació en un pueblito de la ruta 7, pero no recuerdo cual”. Estás y otras tantas fueron las respuestas cosechadas a lo largo de decenas de mensajes y una serie de llamadas realizadas en días de investigación.

Poco a poco y después de mucho insistir, los datos certeros sobre la vida de Gervasio, comenzaron a surgir. Desde el departamento de Treinta y Tres, el Maestro Alberto “Palillo” Fernández, nos dio el primer empujón y desde Chile, los colegas Javier Ramos y Felipe González, nos brindaron información fidedigna, señalando que en ese país no hay chileno que no hubiese cantado sus canciones.

A 3 mil kilómetros de distancia, estos periodistas amigos residentes de la ciudad de “La Serena”, no salían del asombro y no podían entender como en la tierra donde nació una de las leyendas del canto popular chileno, no se supiera nada sobre su vida y su obra.

Gervasio, nació en Cerro Largo un 27 de febrero de 1948 y murió en la ciudad de Talagante, Chile; un 28 de octubre de 1990 y hasta ahora se mantiene el misterio que rodea su muerte, con versiones de suicidio y acusaciones de asesinato.

Conocido artísticamente como Gervasio, el cantautor uruguayo nacionalizado chileno adquirió popularidad ese país desde 1968 con su canción “Y la azafata me mira”.

Cerro Largo Portal les invita a recorrer a través de esta crónica, una página de la historia que nunca debió estar dormida en el buzón del tiempo.

EN UN HOGAR HUMILDE DE “PASO SIMONA” NACIÓ EL ÍDOLO DE LA CORDILLERA

Gervasio tuvo una infancia difícil, marcada por el sacrificio, la necesidad y por una violencia naturalizada en el seno de su propio hogar. Su familia se había afincado en el paraje “Paso Simona”, ubicado en cercanías de Rincón de Py, Bañado de Morales y Paso de los Carros.

De allí, el niño tuvo que huir en reiteradas ocasiones como consecuencia de los castigos que le imponía su padre, un hombre bruto, que pagaba con fustas, que lo obligaba a estar de rodillas sobre granos de maíz o de sal gruesa a modo de penitencia; “eso era normal para la época”, comentó a modo de disculpas el propio artista (ya adulto), quien no guardaba rencores hacia su padre.

A tal punto no lo hacía, que una vez se enteró que Don Cervantes (así se llamaba), se moría de cáncer de pulmón, compuso en su nombre una de las canciones más dulces que hemos escuchado, la que se trasformó en uno de los grandes éxitos del cantautor arachán.

La letra de la canción refiere a la carta que recibió de su padre, con la noticia de que su vida se apagaba y que ya no quedaba nada por hacer. “El cigarro siempre gana… y esta vez también, no te culpes, yo he tomado el mismo tren”, dice Gervasio en su carta de respuesta, la que transformó en brillante canción bajo el título: “Con una pala y un sombrero”.

“PESE A LAS GOLPIZAS, NUNCA SE DEJÓ DOBLEGAR”

Para entender aspectos de la vida y de la muerte del artista Cerro Largo Portal debió bucear en el tiempo, recolectando datos e información de esta historia, recurriendo a publicaciones de la época no digitalizadas.

La trazabilidad de Gervasio nos lleva al origen, donde pudimos saber el artista tenía 3 nombres, José Gervasio Rodrigo Viera Rodríguez. El tercer nombre no figura en su biografía, lo obtuvimos mediante familiares del cantautor en Melo.

Sin duda, la vida de este hombre parece haber estado marcada por un destino lleno de infortunios, incluso antes de nacer. Según Slam.Fm, «su abuelo paterno fue un millonario estanciero del interior del Uruguay, quien no reconoció al padre de Gervasio y abandonó a su suerte a la abuela Ana Zaragoza Viera. Su madre, Enilda Rodríguez, lo dio a luz un 27 de febrero de 1948, bajo una intensa lluvia.

Fue el tercer hijo de Don Cervantes y doña Enilda, quienes en ese entonces no estaban casados y que a los pocos meses de haber nacido, se distanciaron, por lo que su madre partió con todos a Montevideo.

A los dos años, Gervasio fue internado junto a su hermano Miguel en un hogar de menores». Este episodio que jamás sería olvidado por el cantante, lo marcó para el resto de su vida. Así lo recordó en un capítulo del programa «Noche de Gigantes» de Canal 13 de Chile una vez que participó como invitado. «Mi mamá no tenía plata para mantenernos y nos pone en la Casa Nacional (Consejo del Niño, después INAME y hoy en día INAU). Allí había niños de todo tipo, incluso delincuentes», contó.

«Tiempo después pasaron al cuidado de una guardadora llamada mamá Carmen, donde vivió por cuatro años. Luego, al cumplir los 6, sus padres decidieron volver a estar juntos, casarse y formar un hogar.

La llegada de dos integrantes nuevos a la familia hicieron que Gervasio tuviera que salir a ganarse la vida en la calle y olvidar para siempre los estudios. En ese entonces tenía apenas 9 años», relató el mismo medio.

A pesar que recordara esa época con romanticismo, la verdad era otra, ya que en varias ocasiones el cantante contó que vivía en medio de las golpizas y con un gran temor a su padre, porque si no traía dinero de las ventas en la calle, era castigado. «Mi papá me sentaba en sal y en maíz y después, con las pinzas lo tenía que sacar», recordó Gervasio una vez frente al reconocido comunicador, Don Francisco.

Todo ello se explica -según Susana, una de sus hermanas- porque su familia era de mucho grito y castigo. Frente a eso, la personalidad de ese joven se hacía cada día más fuerte. Y, al contrario de lo que podría pensar su padre, los hermanos cuentan que jamás se dejó doblegar.

Extrañamente esta vida de golpes nunca fue reflejada por Gervasio en sus canciones, y su padre aparecía como símbolo de amor. «Hablaba mucho de su papá, o sea más que nada lo admiraba muchísimo, porque parecía que era un personaje en el lugar donde vivían. A la larga se reconcilió con él, lo quería mucho», comenta Mónica Aguirre, esposa del cantante.

El mayor conflicto lo tenía con su madre, quien, al parecer, no lo defendía de las golpizas y con quien jamás se entendió. De hecho, nunca le dedicó una canción.

Paulatinamente, la relación de Gervasio con ambos se fue deteriorando y ni el dinero que traía evitaba los maltratos. Por eso las calles de Montevideo se convirtieron en refugio para este niño. Así fue como llegó incluso a robar, según reconoció.

RECORRIÓ EL PAÍS, FILMÓ PELÍCULAS, VIAJÓ A EUROPA, PERO NUNCA PUDO DEJAR ATRÁS LA SOLEDAD DE SU ALMA

En 1965, cuando tenía 15 años y mientras trabajaba en una oficina como junior, cantó por primera vez con una guitarra. Nunca más dejó la música, porque a través de ella logró relacionarse con la clase alta de Uruguay.

A finales de los 60, cuando ya era conocido en Uruguay, Gervasio llegó a probar suerte en Chile, sin saber que este país lo adoptaría como hijo. Su éxito juvenil en ese momento fue «La Azafata», la que lo anclaría en Chile por casi tres años. No fue todo fácil y rápido cuando comenzó, llegó incluso a dormir en Plazas.

Poco tiempo después, este joven nacido en Cerro Largo arrasó con su música en todo Chile. Tenía entonces 20 años y sentía el mundo a sus pies. Recorrió el país, filmó películas, viajó a festivales a Europa. Pero siempre había algo que nublaba ese éxito y los que lo conocían, sabían que era un hombre muy solo.

“ESTABA A LA ALTURA DE PALITO ORTEGA, DE SERGIO DENIS”, SEÑALAN DESDE MELO

Argentina, era un mercado mucho más grande e importante que el chileno y Gervasio también logró llegar a él. Su fama había traspasado la frontera y uno de los grupos más relevantes de la década del 70 lo llamó para integrar el conjunto.

«Era un tipazo, un gran un artista en primer lugar, excelente en escena, un amigo, un fenómeno (…) una garantía, nosotros estábamos tranquilos, porque el tipo se movía, conquistaba», recuerdan Los Náufragos.

El gran éxito de ese entonces fue Linda Chiquilina, que llegó a los primeros lugares a nivel latinoamericano.

“Estaba a la altura de Palito Ortega, de Sergio Denis, recuerda con nostalgia desde la ciudad de Melo, Dardo Nilo Fernández, quien supo ser en su época el representante de una serie de artistas argentinos y uruguayos que iban y venían de un lado a otro de la frontera.

“A Gervasio en particular no lo representé, no llegué a trabajar con él, pero lo conocí, muchas veces nos cruzamos en la Pampa Argentina. Era un buen muchacho, buen profesional y tenía una gran voz, me dio pena saber de su muerte”, dice Fernández en diálogo con Cerro Largo Portal.

TRAZABILIDAD

Emigró a Santiago de Chile en 1967, participando en el show de TV Sábados Gigantes de Mario Kreutzberger. Poco tiempo después él ya tenía algunos éxitos de radio en Chile: «La Mujer esdrújula» (que se presentó en Sábados Gigantes), y «La Azafata Me Mira». Gervasio dejó Chile por algún tiempo, y en Argentina reemplazó al Enrique «Quique» Villanueva y se convirtió en la voz solista del grupo «Los Náufragos», con la que tuvo un gran éxito con la canción «Linda Chiquilina».

Un 14 de febrero del año 1983, en su retorno a Chile después de años de música en la Argentina, de ser la voz de “Los Naufragos”, después de haber conducido un programa televisivo en canal 7 de Buenos Aires, el cerrolarguense Gervasio, se metió definitivamente en el corazón de la cordillera y pasó a ser hijo adoptivo de ese país.

DE BUENOS AIRES A SANTIAGO

Cuentan crónicas chilenas que “a mediados de los 70, en Buenos Aires, Gervasio se casó con Laura del Oro, de quien jamás se divorció. Con ella tuvo a su primera hija María Laura Viera del Oro. Su esposa era una mujer de la alta sociedad argentina. Esta condición lo obligó a alejarse de los escenarios por un período de dos años para trabajar en las oficinas de la familia. Sin embargo, no soportó este distanciamiento, terminó con su matrimonio y volvió a los escenarios.

Uno de los detalles importantes de la personalidad de Gervasio, era su pasión e inquietud por estar trabajando constantemente, así lo recuerdan sus compañeros de música.

En 1982, Gervasio, sin mayores proyecciones en Argentina, decide volver a Chile en momentos políticamente complicados para el régimen militar chileno, y sorprende al público con el nuevo tipo de música.

Musicalmente este hombre había madurado. Las letras de sus temas tenían objetivos concretos y eso también se reflejaba en el rumbo que parecía querer darle a su vida. Llega a Chile sin mujer ni hijos. En ese contexto y durante la campaña «Chile ayuda a Chile» para las inundaciones del 82, conoce a Mónica Aguirre, su última mujer.

Al mes ya estaban viviendo juntos. Ella tenía 18 años y él 34. Junto a Mónica todo comenzó a marchar bien. Se llenó de inspiración, incluso decidió participar en el Festival de Viña representando a Uruguay, logrando con la canción «Alma, Corazón y Pan», el Primer Lugar y Gaviota de Plata de la Competencia Internacional del XXIV Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar 1983.

GERVASIO TOCÓ EL CIELO Y ARAÑÓ EL INFIERNO CASI AL MISMO TIEMPO

El triunfo lo convirtió en un gran artista, lo llamaban de todas partes para que actuara y era figura estelar en televisión. Paralelamente, Gervasio convivía con un mundo alternativo que se desarrollaba por esa época: el de peñas y reuniones semiclandestinas. También participaba con su música en las marchas de protesta contra el régimen militar.

En junio de 1984, nace Yanara, la primera hija de la pareja. Posteriormente vendrá Nahuel, Millaray y Lincoyán.

Justo un mes antes del nacimiento de su última hija, el 23 de mayo de 1984, Gervasio es acusado ante la justicia de intento de violación de una joven de 20 años. La causa la llevó el 4° Juzgado del Crimen y conmocionó a la opinión pública.

Esa sería la primera de 3 denuncias de similar tenor, las que nunca fueron comprobadas. Es más, el juez que entendía en la causa, 20 años después de la muerte de Gervasio y ya jubilado, reconoció ante los medios de comunicación que las acusaciones carecían de fundamentos y que, en al menos la primera, quedó totalmente confirmado que se trató de un testimonio falso, motivado por el pago de alguien, cuya identidad nunca se reveló.

Las investigaciones posteriores llevan a la hipótesis de que agendes de la dictadura, nunca le perdonaron la osadía al extranjero de haber enfrentado como otros, al dictador Pinochet.

Existe la tesis de que primero fue estrangulado y que después fue colgado su cuerpo, por eso se habla de homicidio. La familia acuso de negligente a la policía y pidió la reapertura del caso. Eso pasó en 3 oportunidades y en la misma cantidad se ha archivado el mismo.

Su muerte tiene muchos cabos sueltos y es posible que fuera perpetrada por agentes de la DICTADURA. Si quiero hacer que alguien se suicidó, primero lo tengo que denigrar como persona y hacerlo ver como un fracaso, señala uno de los investigadores.

Luego de 30 años su familia sigue luchando por justicia ante los tribunales.

A TRES DÉCADAS DE SU MUERTE, GERVASIO, SE PRESENTA POR PRIMERA VEZ EN SU CASA, CERRO LARGO

Gervasio, el cerrolarguense que nació en “Paso Simona”, 6ta. Sección del departamento, a 35 kilómetros de Melo; quien recorrió parte del continente y del mundo para convertirse en leyenda en un país que lo quiere, lo recuerda, que no lo olvida.

Gervasio, el extranjero que logró rápidamente ser uno de los artistas más famosos de la década de los 70, de los 80, siendo ganador de Viña del Mar en el 83, logrando seducir al público no sólo con su canto sino con su carisma, calidez y simpatía.

Gervasio, marcado por una niñez repleta de infortunios, violencia y sacrificio, y por una vida de artista y de fama, manchada por denuncias de índole sexual.

Gervasio, un hombre de 42 años cuyo cuerpo fue encontrado colgando de una viga, un 28 de octubre de 1990, generando honda consternación en un país que nunca creyó la hipótesis del suicidio, pues su muerte continúa siendo un capítulo abierto, un gran enigma aún sin resolver.

  • En el cierre de esta extensa crónica, Cerro Largo Portal se permite decir: “gracias Chile por conservar viva la memoria de José Gervasio Viera Rodríguez, un arachán inmortalizado en esas tierras hermanas y tristemente desconocido en su cuna. Gracias al aporte de colegas uruguayos y chilenos, de familiares y amigos, los que nos han depositado su confianza para poder reconstruir parte de la historia de GERVASIO, quien a 30 años de su muerte, se presentó por primera vez en Cerro Largo, su casa”.
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Pablo González Juarez

Periodista / fotógrafo/ productor.
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