Tenemos miedo a la soledad?

Hace varios años decidí hacer un viaje sola a Europa, recorriendo algunas ciudades; y a pesar
de que la emoción me invadía, en el fondo la sensación de miedo por viajar sola, a un lugar que
desconocía, muy lejos de casa, en una época donde no existían celulares con Internet (la única
forma de comunicarme con mi mundo conocido era por correo electrónico, cuando algún hotel
me permitiera usar sus equipos) era notoria… pero eso no supuso que la valentía retroceda y
emprendí camino… con mil dudas pero con una valija colmada de mis ganas de aventura.
Fue un viaje enriquecedor en todos los sentidos, pero si me hizo plantearme lo que supone
realmente la soledad. Hubo momentos en los que el idioma no me permitía comunicarme
fluidamente con los habitantes locales, las costumbres lejanas y las barreras de la cultura, me
obligaron a conectar conmigo misma casi el 90% del día. Y me di cuenta que no había estado
conmigo de esta forma nunca en mi vida antes.
Actualmente aunque podamos estar solos físicamente, las redes han interrumpido la
introspección, que tan ocupadas tienen nuestras mentes, que no sabemos estar sintiéndonos.
Perdimos la costumbre de escucharnos, hacer piel el ruido de nuestra conciencia, perdimos
la habilidad de darle la oportunidad a la creatividad que llevamos dentro, por invadir nuestra
capacidad con imágenes, sonidos, contenido que nos vuelven «discapacitados emocionales»
para saber lo que pensamos, escuchar nuestras aspiraciones, sueños… dejamos de conocernos
a nosotros mismos… entre la rutina, necesaria para sobrevivir en un mundo práctico y que no se
detiene, perdimos el espacio para reconectar con nuestro interior…
De aquella experiencia recuerdo que fue una de las más enriquecedoras de mi vida, aprendí
a estar conmigo, y la buena noticia es que me gustó mucho, aunque a veces sea necesario
trabajar en nosotros, porque no siempre nos gustamos y esto también nos permite crecer.
Partiendo de que tenemos una deficiencia en vernos, escucharnos y sentirnos a nosotros
mismos, imagínense la carencia que se genera, en lograr hacer esto con el otro.
Hoy la invitación es a estar con vos…