Hablemos de temas incómodos, educación financiera…

El BCU y la Anep firmaron un acuerdo de cooperación para introducir dentro del ámbito educativo la enseñanza económica y financiera. Dicha noticia ha sido publicada en la página oficial de dichas instituciones días atrás.
Contexto
Es claro que en este mundo que vivimos manejar bien el dinero es importante, hace la diferencia entre tener una buena calidad de vida y una mala, determina en parte que podamos vivir un poco más felices o eternamente preocupados, aclaro que no estoy hablando de la cantidad que llegásemos a poseer de dinero, se puede vivir con poco y feliz si se gestiona bien y/o se puede tener mucho y vivir preocupado, por eso dejemos de lado la idea de la cantidad y abordemos este tema con la importancia que se debe, desde el punto de vista de la calidad de vida del ser humano y lo que podemos perder si gestionamos mal nuestro dinero.
En un mundo cada vez más complejo en materia económica y financiera, con productos crediticios que se muestran cada día más fáciles de adquirir pero más difíciles de pagar, con el bombardeo diario de redes, televisión y radios publicitando productos que la mayoría de las veces no necesitamos y por otro lado nuestras endorfinas transmitiéndonos la sensación de placer al comprar, no es extraño que alguna vez nos hayamos metido en cuentas difíciles de pagar o que vivamos a diario intentando generar nuevos ingresos para cumplir con pagos imposibles, sacrificamos horas de ocio que bien podríamos destinar a nuestro cuidado, al estudio, al descanso o a estar con aquellos seres con los que queremos estar, es aquí donde el punto de vista de tener una educación financiera parece tener lógica y cobra vigor.
Por otra parte cuan familiarizados estamos con la disciplina del ahorro, probablemente poco o muy poco. La mayoría de las personas con las que hablo me responden lo mismo, “No me sobra nada para ahorrar”, quizás el problema es que en realidad concebimos la idea del ahorro como una sobra y no como el principio de lo que deberíamos hacer en el manejo y planificación de nuestro presupuesto de vida, el ahorro es una construcción, tiene mucho que ver con la disciplina, el tiempo, la paciencia, la gestión y la información; por lo general la sensación primera que nos transmite el ahorro es que es un gasto, este es un preconcepto que debemos tender a superar y entender que en el mediano o largo plazo es la posibilidad de vivir mejor, tener un respaldo ante una emergencia, pensar en el bienestar en la vejez o en el estudio de nuestros hijos, etc. Es importante en este sentido aprender a manejar el ahorro para superar temas como la pérdida física del dinero (si lo tenemos en casa) o la inflación y conocer los instrumentos que existen en nuestro entorno poder invertirlo o mantenerlo, por supuesto tomando las necesarias precauciones y formalidades
Un tercer punto respecto a esta temática es lograr manejar bien la información que recibimos desde los medios respecto a los temas económicos, una buena interpretación o una mala es la diferencia entre tomar una buena o mala decisión.
La combinación de gastar bien y el ahorro nos prepara mejor para los ciclos económicos complejos, de eso no hay duda.
Dicho esto a modo resumen y sabiendo obviamente que es un tema más amplio y profundo, la idea de que nuestros jóvenes reciban formación en la temática de la economía y las finanzas suena bien, en principio.
Sorprende y no tanto
¿Sorprende lo rápido que la ANEP se mueve para incorporar esta temática?, no.
Estamos a menos de 2 años de las elecciones y en pleno proceso de reforma educativa, se va el tiempo.
¿Sorprende que el tema de la economía y las finanzas se incorporen curricularmente?, no.
De hecho es un tema que da vueltas hace tiempo en libros vinculados a la educación financiera de autores afines al gobierno y que coincidentemente son afines a importantes instituciones financieras del medio, como las aseguradoras de fondos de ahorro previsional, AFAPS.
Ahora bien, dicho esto como comentario al margen pero no menos importante; es claro que la idea del gobierno a ejecutarse a través de la ANEP y con el asesoramiento del BCU no es una idea de corto plazo, saben que llevará años educar una generación en tal sentido y es aquí donde surgen un par de preguntas inevitables:
- ¿Por qué tomarse tantas molestias?
- ¿Qué elementos hay detrás de esta audaz decisión?
Si analizamos desde el punto de vista de atacar el exceso de consumo a través de la educación financiera, ello tendría consecuencias directas en el PBI y la recaudación, ningún gobierno y menos al actual le interesaría que tal cosa ocurriera sobre todo cuando ha planteado una lucha encarnizada contra el déficit fiscal y es evidente que sería contrario a sus principios ideológicos del libre mercado en cuanto a gestión económica se refiere.
Por el lado de la economía social y/o circular, cooperativas y emprendimientos, las señales del gobierno han sido más que claras, están fuera de sus intereses y los recortes presupuestales en tal sentido en los Ministerios y en particular el Mides no dejan lugar a dudas.
¿Existen riesgos al aplicar la enseñanza de Educación Financiera?
Existen tentaciones. Un riesgo probable es que la educación financiera haga demasiado hincapié por el lado del ahorro ligado al uso de una diversidad de instrumentos financieros que las instituciones de plaza como bancos, aseguradoras, corredores de bolsa y/o Afaps ofrecen y no hagan hincapié en la comprensión de los grandes temas económicos que nos ofrece el entorno.
De ocurrir sucedería lo siguiente:
- Desaparecería así todo el sentido de una educación financiera con visión sostenible y sustentable que tenga como centro al ciudadano y el cuidado del mismo dentro del sistema financiero.
- Se estaría de esta forma utilizando al sistema educativo para formar potenciales clientes complaciendo los intereses de las instituciones financieras.
Conclusiones.
Si bien la temática propuesta y su inclusión dentro del sistema educativo parece ser importante, no debería ir en detrimento de otros conocimientos existentes.
Es necesario reconocer que dentro del mundo de la economía y las finanzas existen una diversidad de escuelas e innumerables puntos de vista, por tanto se hace más que necesario que el sistema contemple esta cuestión y en todo momento se tenga por sentado que el centro de implementación este tipo de enseñanzas debe recaer sobre las personas y no en los potenciales beneficios del sistema financiero.
Por último se debe valorar la elaboración de una propuesta que contemple la amplitud de las opiniones sobre el tema más allá del gobierno. La educación financiera es un tema serio e importante para el país.