Jorge Techera

El endeudamiento de los Uruguayos y las soluciones propuestas.

Cuantas veces hemos oído el célebre dicho “Más vale prevenir que curar (o lamentar)”, seguramente todos o casi todos alguna vez tuvimos la oportunidad de escucharlo y hasta usarlo. Este dicho de implacable sabiduría popular se hizo conocido entorno al año 1.500 a partir de la obra de Erasmo De Rotterdam donde compiló un total de 800 proverbios provenientes de varios autores clásicos. Su significado no es otra cosa “tomar resguardos para evitar una situación de desgracia”.

En fin, como la desgracia parece que ya está aquí y varios partidos políticos se han acusado de ella (datos de endeudamiento de los Uruguayos publicados hace días atrás), ahora han salido a la luz varios proyectos de ley que buscan atender esta situación.

Uno de los datos más relevantes fue presentado por la consultora Exante, donde detalla a cabalidad la composición del mercado de crédito Uruguayo, de allí se desprende que el total aproximado de deuda de los Uruguayos alcanza los 9.700 millones de dólares, 3.400 (35,05%) corresponden a créditos hipotecarios, 500 (5.15%) millones a crédito automotor y más de 5.800 millones de dólares por crédito al consumo (59,79%).

Días antes la comisión técnica administrativa de empleados bancarios del Uruguay difundía un estudio donde ponía sobre la mesa que 690.000 Uruguayos tienen deudas “problemáticas”, por otra parte se conocía que dentro de la central de riesgo del BCU existen entorno de 600.000 personas deudores personas físicas con atrasos y mala calificación financiera. Es claro que número más o numero menos, el problema está.

El mercado de crédito al consumo por sí solo supera en 19,59% al de crédito hipotecario y al de automotores junto y este no es un dato irrelevante. Las casas o los autos en mayor o  menor medida constituyen activos de respaldo en caso de tener que responder por deudas, pero en el caso del consumo, esto prácticamente no existe y ese es el problema, no hay respaldo, las personas no tienen con que responder, es decir se pueden volver personas físicas que quizás no encuentren forma de poder tener en el día de mañana activos a su nombre, casas, ahorros personales o inclusive poder heredar un bien a sus hijos porque en  el proceso  sucesorio puede aparecer un acreedor a reclamar el cobro de los impagos.

 Y bien a todo esto, la gran incógnita que surge es:

¿Cómo llegamos a esta situación?

Es difícil creer que nadie y en especial las autoridades del BCU no les pareciera llamativo que el mercado de crédito mostraba síntomas de recalentamiento, es fácil pensar que todos hacían la vista gorda y lo pienso y tengo el derecho a pensarlo y tengo derecho a enojarme creyendo que quienes deberían cuidar de los ciudadanos, no lo hicieron y no lo hacen.

Nadie niega que el crédito ayuda a reactivar la economía y por supuesto que ningún gobierno quiere que se le caiga la economía porque es claro que en la próxima elección no ganas si esto te pasa, pero llegar a este punto es demencial.

¿Nadie se daba cuenta acaso que las casas de crédito en el Uruguay brotaban como hongos después de la lluvia?

Muchas de ellas pertenecen propiamente a los mismos bancos, todos los días nos invade un nuevo comercial en la televisión ofreciéndonos créditos “fáciles de obtener” y sin importar si estás en clearing o tenés mala calificación en la central de riesgos del BCU. Además existe un registro de entidades de crédito registradas para poder operar en plaza.

¿Nadie se preguntó cómo era posible esto?

Nadie absolutamente nadie se puso a pensar mientras esperaba en la fila de alguna red de cobranzas

¿Porque hay tanta gente que paga los mínimos de 2 o 3 tarjetas sabiendo lo que significa financieramente y además porque hace una entrega parcial a uno o dos créditos más?

Es un síntoma claro de que hay un problema con el crédito de las personas físicas en mi humilde opinión.

¿Cómo una persona tiene 2,3 o 5 tarjetas y además varios créditos?

De que sirve entonces el sistema de consulta de deuda del BCU y/o el clearing y no me vengan con que es para consultar y no obligatorio y/o el cuento del bichito de la libertad, porque no cabe, es simplemente una ausencia de los controles del estado, sencillamente y sin rodeos, no hay límite para endeudarte.

¿Nadie se daba cuenta que el mercado automotor crecía en forma desbordante y sobre todo en el 2022 siendo un record de los últimos 7 años a pesar del mal momento económico pandemia y pos-pandemia?  ¿Cómo creen que se compraban los autos, en efectivo?

En 2022 se vendieron en Uruguay 52857 unidades, fue el mejor año después de 2017.

¿Dónde está la responsabilidad de connotados Economistas, Contadores, periodistas y otros desde su profesión advirtiendo y/o educando al ciudadano común entorno a lo peligroso del endeudamiento?

Muchos de estos que salen en la tele, escriben libros, no fueron capaces de advertir esta situación. Nadie dijo basta, esto no está bien.

Me surgen muchas preguntas más, porque a mi entender el problema es grave.

Para redondear, hoy surgen diversos proyectos de ley que intentan mitigar la problemática de los deudores, buscando ser la cura en un escenario donde la prevención falló, son proyectos que ofrecen pocas garantías para la persona, costosos de llevar a cabo y que se aprovechan de la vulnerabilidad social para sacar un rédito electoral de cara a 2024.

Es necesario de una vez pensar una educación entorno al:

  •  Manejo del endeudamiento y el consumo responsable
  •  A la construcción del ahorro

Por otra parte

  •  Utilizar el sistema de consulta de deudas o clearing de informes (privados) como una obligación de impedimento de otorgamiento de crédito a quién lo solicita no solo en los bancos (cuidando así su situación y evitando que empeore) también para a las casas de créditos.
  •  Regular a rajatabla las tasas que en algunos casos resultan exorbitantes e impagables en el largo plazo.
  •  Profundiza en una nueva ley de usura.
  •  Regular y controlar la publicidad engañosa, sobre todo en lo referente a los créditos.  
  •  Convertir al BCU en una entidad monetaria más estricta y menos blanda con el mercado financiero.
  •  Crear dentro de las instituciones estatales una banca de asesoría financiera personal y de prevención del endeudamiento.

Es así, no hay otra, no es posible construir una sociedad financieramente sólida y menos vulnerable a las crisis económicas si no se trabaja entorno a la prevención, cuando las crisis económicas vienen, el pueblo sufre, no es lo mismo una sociedad sin endeudamiento y con ahorros diversificados, que una sociedad endeudada, sin ahorros y sin respaldo, no lo es. Y no es lo mismo un país en donde su sociedad sea capaz de salir adelante que una sociedad perdida y vulnerada.

Parafraseando a don Erasmo De Rotterdam. Es mejor prevenir que lamentar.

Jorge Techera

Técnico en administración. Titular del estudio Jorge Techera y Asociados. Analista en temas económicos
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