El mercado del O km. en auge de ventas. ¿Piso firme o burbuja?

El 2022 fue un año fantástico para las ventas de autos 0 km. en Uruguay, de acuerdo a datos de Ascoma el año pasado se vendieron un total 52.857 unidades, un record en lo que a ventas se refiere.
En 2017 se vendieron 54522, de ahí en más y en los años posteriores la cantidad vendida no alcanzó a las 50.000 unidades.
En lo que va del año 2023 hasta Junio, se han vendido un total de 26.231 0 Km., 985 unidades más que a igual mes del año pasado (3.90% superior), un promedio de 4372 unidades por mes, con lo cual es de sospechar que podríamos terminar el año nuevamente con un record de ventas de acuerdo a la tendencia.

El aumento de vehículos año a año es notorio en nuestras urbes, el sistema financiero ha respaldado en gran parte a través del otorgamiento de créditos a las familias la adquisición de vehículos nuevos o usados con muchas facilidades y según las estimaciones al día de hoy, el endeudamiento en el Uruguay por concepto de crédito automotor dentro del sistema financiero alcanza alrededor de los 500 millones de dólares, eso sin contar el endeudamiento particular que puedan tener aquellos que negocian la adquisición de un vehículo directamente con automotoras (financiación propia) y que si bien es incalculable, es claro que el endeudamiento total sobrepasa esos 500 millones de dólares anteriormente mencionados.
La cantidad de nuevas automotoras en nuestras ciudades es el reflejo de un mercado automotor en movimiento, la adquisición de 0km. produce un corrimiento de los usados muchas veces con muy pocos kms. que posteriormente se venden allí.
Los precios de un vehículo con el paso del tiempo dependiendo de su marca, tipo y kilometraje pueden variar, en el mercado Uruguayo un usado en un período de 4 años puede llegar a perder valor en el entorno de 25 a 40% según estimaciones.
Las preocupaciones.
No siendo para el Uruguay un momento económico propicio, es inevitable hacernos algunas preguntas:
¿Por qué a contrapelo de la economía se produce un crecimiento de la venta de 0 km.?
¿Qué tan sólido es el mercado automotor Uruguayo?
¿Estamos ante una situación de burbuja financiera entorno al mercado automotor?
¿Cuál es el motor que empuja la frenética adquisición de nuevos 0 km. al ritmo actual?
¿Las abruptas caídas en el precio del usado y la cantidad de automotoras (con muchos vehículos) no son un síntoma de saturación del mercado automotor?
¿En una caída de valores de los vehículos de mercado tan abrupta y una deuda adquirida para su financiación, no se convierte el propio vehículo en un activo prácticamente inútil?
¿Los costos asociados al vehículo (reparaciones, patentes, seguros, combustibles, etc) en comparación con la devaluación del precio de mercado, se mueven al mismo ritmo?
¿No le preocupa a la autoridad financiera del Uruguay estos datos?
¿La mentalidad dolarizada de los Uruguayos y el precio planchado del dólar, es un estimulante para que todo esto suceda?
¿Estamos ante una saturación de vehículos y generando nuevos costos a los gobiernos, nacionales, departamentales, municipales para tratar de mantener un tránsito ordenado?
Cerrando esta muy brevísima columna de hoy, la cual por cierto pareciera un poco más filosófica que económica producto de tantas incógnitas, podemos decir que la preocupación de nuestro planteo es clara y refiere a ¿Qué tan sólido es el mercado automotor hoy por hoy en el Uruguay? Y ¿puede el endeudamiento por automotores y la saturación del mercado convertirse en un coctel explosivo para la economía?
Lo único claro es que después de todo existe un mercado limitado para a quién venderle un vehículo, por la cantidad de habitantes que somos, por los que están habilitados para conducir, están los que no quieren comprar un vehículo, los que no pueden financiar un vehículo (sea nuevo o usado), es decir que existe un universo limitado de compradores, en movimiento si por el recambio, pero que quizás no al ritmo al que hoy se venden 0 km. y este último el componente que más preocupación me genera al día de hoy. En fin el tiempo dirá.
Hasta la próxima columna.