Sakti

Valentía cotidiana

Siéntase cobarde en soledad si lo desea… pero una vez que cruce el portal de su piel, no hay más opción que arriesgarse…

Nada nos asegura que estemos en la hora siguiente de la línea del tiempo, así que tengo una propuesta… establezcamos reglas para la valentía…

No es posible infringir normas, ni legales ni éticas (el concepto de «ética» es bastante subjetivo pero en líneas generales siempre coinciden)… no es posible que con su accionar lastime el alma de alguien más, sea persona, animal o vegetal… no es posible que su acto ponga en peligro

a otros o a la sociedad en general… y siempre dentro de los márgenes del respeto mutuo y siendo responsables afectivamente: anímese… haga, diga, explore, descubra… inténtelo… como podemos dejar que la vida no tenga color? Cómo podemos dejar de decirle a los demás lo que nos inunda el corazón…?

Corremos… corremos todo el día, todos los días… para llegar al fin de semana… al principio del siguiente mes… a una fecha específica… la velocidad con que nos dejamos arrastrar por nuestra mente es ilógica y hasta absurda… aún no entendimos a qué vinimos.

Si el tiempo no es lineal, si los almanaques son solo una forma de «organizar» el rumbo para poder vivir en sociedad, a dónde queremos llegar? Perdemos de vista el tránsito… porque muchas veces esa llegada no es más que la zanahoria inalcanzable.

Es necesario frenar para revisar… para revisar que tan valientes somos para darnos cuenta de lo efímero de nuestro oxígeno, de lo efímero de nuestros días si no les damos un sentido más profundo… entonces seguís con miedo a demostrar lo que te pasa? A decirle a esa persona que es importante para vos? Seguimos con miedo de expresarnos, de crear, de experimentar?

No demos por hecho las cosas, ni los momentos, ni las personas… el tiempo es hoy, ahora, ya! Despedite de las personas como si ya no las volvieras a ver, con la tranquilidad de que diste

todo lo que tenias que dar y que sentiste todo lo que necesitabas sentir… lo demás fluirá como

el destino disponga… pero nuestra parte en el plano universal queda cumplido…

Anímense a amar, a enamorarse, a querer con toda el alma, a todos… a liberar en un baile, en palabras, en arte, todo lo que llevan dentro… no se priven de la sensación de plenitud por sentir amor, fascinación por algo que les guste hacer… por algo o por alguien… en el caso de las personas es cierto que no siempre es recíproco… y ahí duele fuerte, el aire se va, y cuesta ser valiente… pero al menos nos sentimos vivos, de eso se trata estar acá… ser valiente implica animarse a sentir, animarse a darlo todo, aunque el resultado no sea el esperado, como hablábamos hace unos días de las expectativas… y en ese momento, el resultado no esperado suele transformarse en aprendizaje…

Seamos valientes de entregarnos y dormir en paz sabiendo que nos recordarán por coherentes con nuestro ser y no por cobardes… que la valentía sea un ejemplo en lo cotidiano y no un

acto heroico para inmolarnos… seamos valientes, que es eso lo que nos alinea con nuestro propósito… a eso vinimos.

Sakti

Dra. en Derecho y Ciencias Sociales / Practitioner en PNL
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