La celeste de Marcelo Bielsa, pero sin Bielsa (suspendido) ganó y cumplió el primer objetivo del grupo: clasificar a cuartos de finales. En esta ocasión, el equipo comandado por Pablo Quiroga, obtuvo un importante triunfo ante el anfitrión de esta copa, la selección de Estados Unidos.
Los dirigidos por Bielsa completaron una excelente fase de grupos con tres triunfos con nueve goles a favor y solamente un gol en contra. En todos los cotejos el equipo celeste se impuso desde el resultado, desde el juego, desde la posesión y fundamentalmente desde el protagonismo a la hora de atacar.
El encuentro de la pasada noche contra el locatario, fue el más complejo de los tres, un partido muy disputado, de ida y vuelta, donde la parte física se llevó el protagonismo. Producto de esto, varios jugadores sufrieron lesiones o algún tipo de molestias en el correr del encuentro.
Afortunadamente, para las personas que nos gusta el análisis, el partido se vió con cámaras tácticas, producto de la ruptura de un tiro de las cámaras del estadio, esto llevó a ver el partido de una manera sumamente particular.
El equipo de Quiroga (en esta ocasión) salió al terreno de juego con Rochet en el arco, línea final con Nández, la gran figura Araujo, Olivera y Viña, en el medio Ugarte, Valverde y Nicolás De La Cruz y arriba Pellistri, Araújo y Darwin Núñez.
El partido comenzó con el equipo local presionando alto en y con un juego agresivo, intentando comprimir en bloque corto, lo que llevó a la selección uruguaya a sentirse, por momentos, muy incómoda en el juego. Luego el equipo celeste comenzó a subir un poco las líneas y, a partir de ese momento, se compartió la posesión y el protagonismo del encuentro.
Producto de la mencionada agresividad del encuentro, a los 27 minutos del primer tiempo, sufre una lesión luego de una fuerte entrada el extremo izquierdo celeste: Araújo, lo que dió ingreso al jugador Cristian Olivera. Sin embargo, el encuentro siguió de la similar manera, con piernas fuertes, presión alta, y marcaciones individuales por toda la cancha.
El primer tiempo terminó de esa manera y el segundo comenzó de modo similar. Esto, aunado a la presión y el nerviosismo del locatario por la posibilidad de quedar fuera de la copa, en su territorio y con su público, generaron las condiciones propicias para que, a los 66 minutos, Uruguay encontrara el primer tanto del partido, a cargo de Mathias Olivera, (en posición de fuera de juego revisable por VAR) tras una pase-centro de Nicolás De La Cruz. El equipo celeste encontró mejor funcionamiento en esta parte de juego.
El encuentro siguió con esa dinámica de ida y vuelta y con un trámite agotador en lo que refiere a la parte física, lo que llevó a la lesión de Matias Viña, ingresando Giménez a los 72 minutos de juego en su lugar. Pasando Olivera al lateral izquierdo y Josema haciendo pareja de centrales con Araujo.
En los minutos finales, Uruguay realiza las tres sustituciones que tenía disponibles, ingresando Súarez, Bentancur y Cáceres, saliendo del terreno De la Cruz, Ugarte y Darwin Núñez, jugadores a quienes de les notaba el cansancio y las molestias físicas.
Finaliza el encuentro con un triunfo por 1 a 0, dejando eliminado al anfitrión (Estados Unidos). El equipo celeste generó 12 disparos al arco, mientras que el local tuvo 8 remates, el porcentaje de posesión del balón también fue favorable para el equipo de Quiroga, con un 51%. En diferencia con los otros encuentros, el porcentaje de pases acertados de Uruguay fue bajo, con una precisión del 72%.
El seleccionado celeste espera por Colombia, Brasil o Costa Rica en cuartos de finales, para continuar con el sueño de levantar una copa más.