
Recorrer el departamento de Durazno o quizás de Cerro Largo, significa tropezar con sitios que han marcado la rica historia de nuestro país, desde campos de batallas hasta edificios que significaron un jalón importante en la construcción de nuestra nación e identidad.
Lamentablemente, muchos de estos lugares han desaparecido silenciosamente con el tiempo: los campos de batallas absorbidos por construcciones poblacionales, como es el caso de Santa Bernardina en Durazno y la primera Guardia Nueva en nuestro departamento; edificios que se han transformado en taperas y penosamente muchos ya no existen, aunque hay otros que se mantienen en buenas condiciones debido a restauraciones y mantenimientos.

Haciendo foco en “Las Taperas de Oribe” y tomando como base la publicación de los colegas de El Acontecer de Durazno, quienes señalan que “si uno transita por la ruta 19, se va a encontrar con dos edificaciones de ladrillo muy antiguo, distante unos 700 metros una de la otra.
Respecto de la primera construcción, ubicada cerca de la ruta mencionada, se puede apreciar que estaba conformada por varias habitaciones y que en el exterior habría un muro de varios metros de longitud, lo que puede ser interpretado como una especie de pequeño fortín de avanzada.
Desde allí, siguiendo el camino que va hacia Las Palmas, a unos 700 metros, se encuentra la siguiente construcción, de mayores dimensiones, denominada “Las Taperas de Oribe”, donde incluso existe un cartel en el que se puede leer “Homenaje al Brigadier Manuel Oribe, Libertador de los negros. La Comisión Ramón Alfonso y Fernando Crossa. Cerro Chato 13-9-70”.
Sin lugar a dudas, se trata de un sitio prácticamente desconocido para la mayoría de la gente y que encierra parte de nuestra rica historia.
¿Quién fue Ignacio Oribe?
Al igual que Manuel Oribe, su hermano Ignacio, integró las filas artiguistas como teniente. Ya en la gobernación de Otorgués, actuó en India Muerta, Paso Cuello y Casavalle. Liberado en 1824 por los portugueses, retornó a la Banda Oriental, siendo uno de los más activos pero discretos colaboradores de la próxima Cruzada Libertadora. Organizó los “Dragones Libertadores” en sus pagos y actuó de forma memorable en la Batalla de Sarandí. Luego fue condecorado en la gesta de Ituzaingó.
Con destacada actuación en el incipiente Estado nacional, fue ministro de Guerra, en el gobierno provisional de Juan Antonio Lavalleja. Luego vinieron los tiempos tristes de la Guerra Grande, precipitada hipotéticamente por su nombramiento como “Comandante General de la Campaña”, y fue parte determinante del triunfo de Carpintería, pero fue derrotado en la Batalla de Palmar, por lo que volvió al exilio y fue recibido por Juan Manuel de Rosas.
PRESERVAR UN LUGAR HISTÓRICO
El inexorable paso del tiempo ha hecho mella en este sitio histórico, el que hace dos siglos fue el epicentro de las actividades productivas y donde se forjó el destino de lo que hoy disfrutamos como nación
El sueño de la independencia con la amenaza cercana del imperio de Brasil —que dominaba gran parte del territorio— y la posibilidad de que en paraje Las Palmas y puntualmente en las Taperas de Oribe existiera el asentamiento de parte del Ejército oriental ameritan su conservación, investigación y divulgación de lo que allí se encuentre.
De esa forma podremos tener luz y en los vestigios de esa vieja estancia comprender en una forma más integral el complejo pasado de la entonces Banda Oriental, transformada después en la República Oriental del Uruguay.
En ese lugar fueron encontrados artículos de un gran valor histórico, como piezas de uso militar y armamento, botones de uso civil y militar, piezas de uso gauchesco y algunas monedas, elementos que vaya uno a saber dónde fueron a parar.
Fuente: El Acontecer