De United Fruit a Musk: la comparación del uso de X con la gigante bananera norteamericana
Montevideo Portal
El politólogo y analista político argentino Claudio Fantini,
que tiene una columna en Primera mañana de radio El Espectador, trató
en una columna de opinión el actual conflicto entre Elon Musk y el gobierno de
Brasil, luego de que este último suspendiera la red social X en el país norteño.
En una columna de opinión en medio eldoce.tv, Fantini
hace un recorrido histórico sobre los vínculos entre empresas norteamericanas y
gobiernos de América Latina durante la primera mitad del siglo XX.
En esta línea, Fantini recuerda el actuar de United
Fruit, multinacional que creció “hasta convertirse en estado dentro de otros
estados, derribando gobiernos, ordenando masacres y causando guerras entre
países de Centroamérica y El Caribe”.
El argentino recuerda el caso del levantamiento militar
con apoyo de la CIA en Guatemala, en 1954, hecho histórico que “inició un
proceso de inestabilidad que plagó América Central y el Caribe de dictaduras y
de guerrillas que, al llegar al poder, se convertían en nuevas dictaduras, como
ocurrió en Cuba”.
Según Fantini, el rol de la United Fruit fue preponderante
en esos hechos y se desplegó una campaña de desinformación por parte del
gigante bananero en la prensa norteamericana para lograr el apoyo de Estados
Unidos.
Ante este recuerdo, el analista internacional compara:
“Es probable que, salvando las distancias, un equivalente actual de lo que
representaron aquellos empresarios que convirtieron muchos países caribeños en ‘republiquetas
bananeras’, sea Elon Musk. Igual que Cooper Kheit y Andrew Preston [fundadores
de United Fruit], el mega-millonario empresario sudafricano maneja su medio, la
globalmente influyente red social X, para impulsar liderazgos políticamente
afines y para atacar a gobiernos con los que tiene conflictos de intereses”.
Fantini recuerda que el Tribunal Supremo de Justicia
de Brasil acusa a Musk, también dueño de Tesla y Starlink, de “infectar su red
social con escuadrones de trolls que difaman, producen fake news a escalas
industriales y difunden mensajes de odio”.
Mientras tanto, el empresario se defiende atacando al
juez supremo Alexandre de Moraes y también al gobierno que preside Lula, “acusándolos
de comunistas que imponen en Brasil una dictadura”.
“Más allá de los cuestionamientos que se le puedan
hacer al magistrado y al presidente, lo que ambos sostienen es avalado por una
organización independiente y respetadísima en su defensa de la libertad de
información como Reporteros Sin Fronteras. Que X también esté prohibida por
regímenes autoritarios como el ruso y el chino, no quiere decir que el dueño de
Tesla tenga razón en todo y que el manejo que hace de su red social esté
apuntado exclusivamente a la libertad de expresión. Musk no es un
librepensador, sino un miembro clave del ultra-conservadurismo que crece desde
la segunda década del siglo en marcha, supurando liderazgos anti-sistema que
tienen en común, además de su extremismo, ser mesiánicos, atacar con
agresividad a opositores y a críticos, debilitar las instituciones de la
democracia liberal y considerar que todo lo que no cuadra con su posición
respecto a la economía, es socialismo o comunismo”, reflexiona Fantini.
Y añade: “Musk está en la vereda política de Donald
Trump, Jair Bolsonaro y Javier Milei. Por eso mientras se refiere a Brasil como
si fuera una más de las tantas autocracias centroasiáticas y demás regímenes
autoritarios que suspendieron la red X en sus territorios, nada dice sobre las
restricciones que, por decreto, acaba de aplicar el presidente argentino al
acceso a la información pública de su gobierno. Al expresarse sobre el tema
Musk y su red X, Kamala Harris también fue cuestionadora y advirtió que de
llegar a la presidencia también buscará limitar los escuadrones que ejecutan
linchamientos en la red y la difusión de fake news. Por cierto, la respuesta de
Trump y Musk fue calificar de comunista y enemiga de la libertad de expresión a
la candidata presidencial demócrata. Se puede estar o no de acuerdo con Harris,
pero esa descalificación es absurda”.
“Las redes son el nuevo escenario de la guerra por el
poder económico y político. El uso de los datos extraídos a los usuarios para
alimentar algoritmos cada vez más adictivos muestra el poder de las
plataformas. Y ese poder se usa para jaquear estados y gobiernos, y para
potenciar liderazgos ultraconservadores que ensanchen la vereda que comparten
Trump, Bolsonaro, Milei y muchos otros liderazgos disruptivos y de carácter
extremista”, finaliza Fantini.
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