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Cómo vivir tu maternidad feliz y No Volverte Loca en el Intento: Un Kit de sugerencias para Querer Seguir siendo mamá

Ser madre es tan maravilloso y al mismo tiempo muy desafiante. Hay días en los que te sentís una superheroína y otros en los que te encerrarías en un placard a llorar y que te coma la tierra. ¿Te suena familiar?. La crianza viene con un combo de emociones: amor infinito, tristeza, enojo, soledad, momentos de caos, lágrimas, risas, y lo que me gusta llamarle una oportunidad para ser tu mejor versión.

No creo en las verdades grabadas en piedra, no me gusta dar consejos, porque creo en el proceso único de cada una. Pero al mismo tiempo se lo nutritivo y liviano que se siente escuchar a otra madre compartir algo que tu también estás sintiendo, viviendo y  que pueda darte otra perspectiva sobre el viaje de ser madre. Así que toma de aquí lo que te resuene, y lo que no hechalo a la basura, que la maternidad es bastante compleja como para estar llenándote de nuevas creencias. El objetivo de este artículo es que, en lugar de volverte loca, encuentres tu camino para sobrellevar lo bueno, lo no tan bueno y lo caóticamente divertido de la maternidad.

Solta la perfección.

Intente el perfeccionismo y no me funcionó, porque la maternidad idealizada está llena de expectativas poco realistas, querer hacer todo de forma “perfecta” no es real para mi hoy. La maternidad entonces se convierte en una aventura de aceptar la imperfección. No existe la “madre perfecta”. El psicoanalista Donald Winnicott (1965) nos compartió el término “madre suficientemente buena” para recordarnos que lo importante es estar presentes, amar a nuestros hijos y adaptarnos a sus necesidades, sin pretender ser infalibles. Liberarte de la búsqueda de la perfección te puede ayudar q crear un ambiente más relajado en casa y te quita la presión que genera la idea de cumplir con expectativas casi imposibles.

Crea tu red de apoyo.

Cuando nació mi tercer bebé hice mi maestría en pedir ayuda y descubrí algo, no es solo un acto de amor propio sino que crea la oportunidad de que otros se involucren en la crianza. Delegar libera tiempo para vos y refuerza la importancia de la “tribu”. Con 2 niños chiquititos, un bebé recién nacido, viviendo lejos de casa, me tocó hacer red y recuerdo una pregunta que me hizo mi doula de postparto que se me grabó para siempre: “¿Qué harías si fueras una mamá pulpo?”

Hoy te la comparto a ti hoy porque claramente no sos un pulpo con 8 brazos, te toca buscar algún par de brazos prestados que te acompañen. Creo que el mayor error que cometemos las madres es intentar querer hacer todo solas. Es una tarea casi imposible, como seres gregarios que somos necesitamos de estar en contacto con otros. Lo mejor es que hoy en día existe evidencia científica que respaldan el valor de este apoyo social: Leahy-Warren, McCarthy y Corcoran (2012) encontraron que las madres primerizas con solidez en su red de apoyo muestran menos síntomas de depresión posparto. Además, Haslam, Pakenham y Smith (2006) señalan que la percepción de ayuda reduce el riesgo de síntomas depresivos y aumenta la autoconfianza maternal.

¿Cómo empezar a crear tu red? Busca grupos de crianza cercanos, de apoyo a la lactancia, espacios de juego, jardines rodantes, grupos de madres del barrio o del parque. Te prometo que siempre hay una madre buscando tribu como tu.

Aprende a tomarte las cosas con humor y jugá.

Si hablamos de caos, no puede faltar el humor. Es mi medicina, si hay un día que no juego, o no encuentro las risas siento que me falto un poco de conexión con mis peques.

 A veces el único remedio para un día en los que estas sumergida en un mar de pañales, ropa sucia, tareas y cuidados, es reírse de la situación, buscar un antídoto en el juego. Si te tomas todo muy enserio corres riesgo de perderte de las cosas más importantes.

Uno de mis autores preferidos sobre crianza, Lawrence Cohen explica que no sólo los niños necesitan jugar, es sabido que el juego es la forma de expresarse de los niños y niñas, pero el va más allá, los adultos somos los que hemos olvidado la importancia de jugar. Y aclaro, el juego para una madre puede ser encontrarse con otra madre a charlar, a contarse historias, a reírse juntas. Entonces, mi sugerencia es recordá jugar!! Con tus amigas madres y también con tus hijos, si no sabes jugar a nada, no importa, mejor, juega a lo que tus hijos quieran, ponte una alarma de 10 o 15 min, y juega  libremente. Stuart Brown  en su libro “Jugar” nos explica que el juego y la risa fomentan la imaginación y el desarrollo cerebral, mientras que Lawrence Cohen plantea el concepto de “paternidad lúdica” como una forma de conectar con los hijos desde la empatía y la diversión. Por su parte, Richard Davidson (2012) remarca en sus estudios de neurociencia que la risa activa circuitos cerebrales encargados de la resiliencia, lo que nos ayuda a encarar los altibajos de la maternidad con más calma.

Podes empezar por reírte de cualquier cosa, o incluso reír sin sentido, unos minutos de risa ya activa esos circuitos neuronales!

El autocuidado como pilar de la maternidad.

Tampoco hay que olvidar el autocuidado. En medio de la rutina, muchas veces te olvidás de vos misma. Un baño tranquilo, unos mates o café a solas o diez minutos de lectura no son lujos: son momentos para recargar energía, es el momento para ponerte tu primero, cuídarte para poder cuidar a otros.

Incluso creo que debería ser el pilar número 1, y porque fue mi error mas grande, el creer que si los ponía a los peques primero todo iba a estar bien. Y cómo metí tanto la pata, quiero ahorrarte un poco de trabajo. Cuídate y hace lo que tengas que hacer para sentirte bien. Si tú no estás bien, puede que el resto de tus relaciones vayan a tambalear.

Además, es fundamental entender que las madres somos seres emocionales. Habrá días en los que llorar, reír y enojarte sea parte de la misma jornada. Reconocerlo y expresarlo sin culpas puede ser liberador. Ser auténtica en tus emociones no solo te permite buscar soluciones cuando lo necesitás, sino que enseña a tus peques que la vida tiene altibajos, y que está bien sentir el arcoíris de emociones. Buscar espacios para ti, y para compartir lo que sentís es importante, recordá que todas las emociones son válidas, no todas las formas de expresión lo son. Y eso vale tanto para ti como para tus peques.

Por último, si bien existen una infinidad de manuales, libros y cursos de crianza, no olvides que nadie conoce a tu hijo/hija mejor que tu. Aunque la información y los consejos sirven de guía, tu corazón y la voz interior de tu intuición son las que te van a decir lo que realmente necesitás. La crianza no es una carrera para cumplir checklists de perfección, sino un viaje lleno de aprendizajes, desorden y, sobre todo, amor.

En pocas palabras, no tenés que ser una madre perfecta ni podés hacerlo todo. Pedir ayuda, reírte de los contratiempos y dedicarte unos momentos a vos misma no solo es sano, sino también imprescindible para disfrutar la experiencia de la maternidad. Nadie puede decirte como vivir tu maternidad, es tuya, y como le digo a todas las madres de mi red, tu sos tu propia gurú. ¡Así que  confía en tu intuición y recordá que no hacés este viaje sola!

Referencias

•Brown, S. (2009). Play: How it shapes the brain, opens the imagination, and invigorates the soul. Avery.

•Cohen, L. (2001). Playful parenting. The Guilford Press.

•Davidson, R. J. (2012). The emotional life of your brain: How its unique patterns affect the way you think, feel, and live—and how you can change them. Hudson Street Press.

•Dennis, C. L., & Letourneau, N. (2007). Global and relationship-specific perceptions of support and the development of postpartum depressive symptomatology.Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology, 42(5), 389–395.

•Haslam, D. M., Pakenham, K. I., & Smith, A. (2006). Social support and postpartum depressive symptomatology: The mediating role of maternal self‐efficacy. Infant Mental Health Journal, 27(3), 276–291.

•Leahy-Warren, P., McCarthy, G., & Corcoran, P. (2012). First-time mothers: Social support, maternal parental self-efficacy and postnatal depression. Journal of Clinical Nursing, 21(3–4), 388–397.

•Winnicott, D. W. (1965). The child, the family, and the outside world. Penguin Books.

  • Cerro Largo Portal agradece el valioso aporte realizado por la Lic. en RRII, Sofía García, madre de 3 peques, coach intuitiva, experta en crianza, consciente, maternidad y resolución pacífica de conflictos.

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