VIDAS DE CONTRABANDO: Horacio Fábrica y su homenaje en canción

El cantautor de Fraile Muerto, Horacio Fábrica, retrata con personalidad y sentimiento el oficio del Kilero, resumiendo en menos de 4 minutos historias y más historias que vienen y van por la ruta del tiempo no sólo en Cerro Largo.
El folclore y la tradición de un departamento de frontera vestido de necesidad se desnuda prenda a prenda en una canción que evidencia injustas realidades que no suelen cambiar.
“Azúcar, garrafas, caña, combustible que más da, lo que sirva y sea barato se carga pa vagayear”, dice en parte del estribillo el tema que Fábrica escribió hace no más de 3 años, pero que recientemente y de la mano de “Frailemuertino Te ve”, transformó en videoclips.
Para esta producción, el virtuoso y poco valorado artista arachán contó con el acompañamiento y el respaldo de otros grandes músicos del país, como el propio Eduardo Labernois.





VESTIRSE CON LA PIEL DEL OTRO
El sacrificio del obrero, del peón mensual, del de a pié, nunca fue indiferente ante la pluma del artista del arroyo, el que a sus 44 años sigue describiendo realidades y buscando abrirse camino en el mundo de la música sin medir esfuerzos. Los “tropiezos” del pasado, condicionados plenamente por un medio que maltrata prácticamente a la cultura, no fueron ni son un lugar donde vivir de la música sea una opción para un padre de familia, para un hombre de campo, que alambra, ordeña, vacuna al ganado, encilla y sale al trote; para quien se viste de albañil de ser necesario y hasta de lavandín en Montevideo, donde actualmente reside, con tal de llevar el pan a la mesa y de luchar por sus sueños.





SUEÑOS VIVOS
“La ilusión del canto y la música nunca se diluyó y seguimos con la esperanza de poder hacer algo”, dijo con humildad a Cerro Largo Portal el cantautor arachán, quien recordó con cariño al profesor de música Ricardo Ferreira, en aquellos años donde estudiaba en la UTU de Fraile Muerto allá por el 90 y pico.

“Teníamos que andar remendando unas guitarras que daban lástima, y más que tocar, daba ganas de no hacerlo”, recuerda casi que con una sonrisa el artista. “Por eso hoy le digo a mis hijas que están estudiando música, que aprovechen las oportunidades que uno no tuvo”.
Dentro de algunos renglones torcidos que las partituras de la vida a veces deparan, donde las urgencias pasan a ser otras y algunos objetivos se alejan, Fábrica también ha retomado los estudios, en “busca de superar obstáculos y concretar proyectos que quedaron pendientes”, nos dice.
Ya en su adolescencia, la guitarra, el arte y los sueños lo acompañaban, y así lo refleja una publicación de la “Revista 3” de la Escuela de Agronomía de Bañado de Medina, la que en el año 1997, decía:


LOS ACORDES EN EL ADN
Horacio es uno de los cinco hijos de Ana Bentancur y Aramí Fábrica, tratándose de una familia de trabajo de Wenceslao Silveira, un pueblito del interior profundo ubicado en la 7ma. sección de Cerro Largo, al lado del arroyo Fraile Muerto.
Aramí fue un cantor de boliches y de su casa, donde su voz retumbaba en las paredes impregnadas de canto, donde los acordes de su guitarra sin saberlo, quizás, fueron semillas.
Horacio, al igual que su hermano mayor, siguieron la senda del canto y las hijas del artista frailemuertino recorren también ese mismo trillo. Al igual que las cristalinas y vertiginosas aguas del icónico arroyo que da nombre a su pueblo y que naturalmente busca como destino al río Negro, atravesando muchas veces bañados, monte cerrado o pajonal, por las venas de los Fábrica hay un torrente pero de poesía, canto y música que los atraviesa, siguiendo también porfiadamente el destino elegido sin mirar obstáculos y sin medir las distancias en tiempo, como si la vida fuera, de contrabando.
- Cerro Largo Portal agradece la disposición del artista y felicita a los que hicieron posible este trabajo audiovisual, el que fue filmado en parte en los accesos a la ciudad de Melo, donde se encuentran las obras escultóricas del artista Nicolás Fariña, denominadas: “El pobre que va por pan”.