México desplegó 10.000 miembros de la Guardia Nacional en la frontera con EE. UU.

Por The New York Times | James Wagner
El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que los agentes ya se habían desplegado en 18 ciudades y pueblos a lo largo de la frontera como parte de un acuerdo para retrasar los aranceles estadounidenses.
Como parte de su acuerdo con el presidente Donald Trump para evitar la imposición de altos aranceles a México durante un mes, la presidenta Claudia Sheinbaum se comprometió a enviar 10.000 miembros adicionales de la Guardia Nacional del país a la frontera para “impedir el tráfico de drogas de México a Estados Unidos, en particular de fentanilo”.
Es probable que el acuerdo ejerza mucha presión sobre la Guardia Nacional, una corporación que tiene pocos años de existencia y que recientemente se puso bajo el control del ejército mexicano.
A diferencia de Estados Unidos, en México no existe una patrulla fronteriza específica. Como los funcionarios de inmigración no pueden llevar armas, México depende del ejército y de la Guardia Nacional para vigilar la frontera, dijo Jonathan Maza, analista de seguridad residente en México.
En los últimos años, México ha recurrido en gran medida a la Guardia Nacional para ayudar a frenar la migración ilegal hacia Estados Unidos. En 2019, bajo la presión de Trump sobre la migración, Andrés Manuel López Obrador, que en ese entonces era el presidente del país y quien es el mentor de Sheinbaum, envió soldados de la Guardia Nacional a la frontera sur de México con Guatemala.
Ahora se le pide a esa fuerza, que cuenta con unos 130.000 miembros, que ayude más en las labores para detener el flujo de drogas hacia el norte.
Sheinbaum dijo que los 10.000 miembros se retirarían de otras zonas del país, sin dar detalles concretos. Tampoco quiso decir cuánto costará esa decisión. El gobierno mexicano dijo el martes que los soldados ya habían sido desplegados en 18 ciudades y pueblos a lo largo de la frontera con Estados Unidos.
Si la Guardia Nacional se despliega en ciudades como Tijuana o Nuevo Laredo, lugares que han luchado contra la seguridad y el flujo de drogas ilícitas, dijo Maza, “ayudará mucho a combatir o detener o disuadir el narcotráfico”. Sin embargo, dijo que sería importante que las autoridades estadounidenses y mexicanas compartieran más inteligencia e información para detener el flujo de drogas.
El lunes, Sheinbaum destacó el hecho de que ambos países se habían comprometido a trabajar juntos no solo para enfrentar el tráfico de drogas en sus desplazamientos hacia el norte, sino también a las armas ilegales que fluyen hacia el sur, y que han terminado en manos de grupos del crimen organizado en México.
También dijo que la Guardia Nacional ayudaría con la seguridad general en la frontera.
La Guardia Nacional se creó en 2019 para luchar contra la delincuencia, pero en septiembre pasado los legisladores mexicanos modificaron la Constitución para ponerla bajo el control del ejército. Los críticos han dicho que la medida otorgaba al ejército, que se ha enfrentado a numerosas acusaciones de abusos contra los derechos humanos, demasiado control sobre la seguridad pública y la vida civil.
Según Maza, debido a la importancia que tiene para México evitar los aranceles, la Guardia Nacional puede ayudar a lograr resultados a corto y medio plazo. Pero advirtió que los grupos criminales se adaptan.
Cecilia Farfán-Méndez, investigadora sobre política de drogas del Instituto sobre Conflictos y Cooperación Globales de la Universidad de California en San Diego, dijo que el lugar en el que se desplieguen los soldados será fundamental.
“Si solo los vas a tener en la frontera, eso no aborda toda la cadena de producción del fentanilo”, dijo. “No es que toda la producción suceda en la frontera, y sabemos que ocurre en otras partes del país”.
James Wagner cubre América Latina, incluyendo deportes, y está radicado en Ciudad de México. Es nicaragüense-estadounidense del área de Washington, su lengua materna es el español. Más de James Wagner
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