SE VIENE EL AGUINALDO, QUE PUEDO HACER CON ÉL

Conociendo mi aguinaldo
Como cada Junio y Diciembre de cada año todos los trabajadores y trabajadoras en calidad de dependencia reciben el sueldo anual complementario (Aguinaldo), correspondiente a la doceava parte del total de salarios abonados en dinero por el patrón en los 12 meses anteriores al 1° de diciembre de año (Ley 12.480), este por Decreto Ley N° 14.525 de la dictadura vigente desde el 27 de mayo de 1976 se paga en 2 partes, una en el mes Junio y la otra en Diciembre, de ahí el término acuñado como medio aguinaldo.
Cada vez que cobramos el medio aguinaldo siempre es una buena oportunidad para pensar que podemos hacer con él, en ese contexto son diversas las opciones que podemos tomar, para algunos simplemente puede ser la oportunidad de tener un dinero extra para gastarlo en cosas que habitualmente no puede hacerlo con su salario, que puede ir desde darse unas vacaciones hasta reparar la casa o el auto, para otros es la oportunidad de reestructurar cuentas atrasadas y otros entienden que es la posibilidad de generar o comenzar a planificar un ahorro pensando en el futuro. De esto último vamos a hablar.
Construyendo el ahorro. ¿Qué debo saber?
No existe una receta única o ideal para construir el ahorro perfecto, existen por ahí algunos tips que nos pueden ayudar o dar una guía, pero en definitiva el ahorro perfecto es el que mejor le funcione a cada uno (comodidad y tranquilidad) y en la medida de sus posibilidades (recursos, aprendizajes, etc.). Si es preciso entender en este sentido que el ahorro sirve como una planificación de nuestras finanzas personales o familiares a futuro, que puede planificarse en diferentes plazos, corto, mediano o largo, dependiendo del o los objetivos que tengamos en mente.
Comenzar a construir el ahorro en una sociedad de consumo, donde vivimos bombardeados por el marketing publicitario que genera en cada uno de nosotros constantemente deseos (necesidades creadas) es difícil, hay que admitirlo; por otro lado, muchas veces carecemos de las herramientas básicas para un buen manejo financiero, después de todo, esto no se enseña en la escuela y ni en la secundaria, asique si no se nos enseñó en casa o nos topamos en la vida con algunos estudios relacionados al manejo económico y financiero, pensar en el ahorro y una planificación de largo plazo del mismo se nos puede hacer un poco cuesta arriba, eso no significa que no podamos lograrlo, pero si entendemos que esto es así, quizás hayamos dado el primer paso.
En mis veinte años de trabajo en temas económicos, entre empresas, asesorías técnicas, docencia y otros ámbitos, una de las afirmaciones más comunes que escucho de las personas es que no pueden ahorrar, mejor dicho que “no les sobra nada para ahorrar”, seguido y ante la pregunta como harían en caso de poder ahorrar o que método utilizarían la mayoría contesta, “comprando dólares”.
En estas afirmaciones o respuestas se dejan entrever algunas de las razones por las que quizás se hace difícil emprender el ahorro; por ejemplo la mayoría de las personas parten de la base que el ahorro solo se puede construir si nos sobra algo de nuestros ingresos, sin embargo lo correcto es aprender que el ahorro es lo primero que deberíamos apartar de nuestros ingresos, segundo que no tiene que ser mucho, es importante entender que el ahorro es una construcción (tiempo y paciencia y rentabilidad) y que ahorrar no debe poner en peligro nuestra supervivencia.

La capacidad de frenar nuestros impulsos de compras ante bienes innecesarios, es un tema a parte que merece un artículo en sí mismo y que dejaremos para otra ocasión, pero es otro de los factores a dominar; la frase muy de moda “hay que vivir el hoy porque mañana quizás no estemos y bla bla bla….”, asociada a que tengo que comprarme estoy hoy para disfrutarlo ya, es uno de los pensamientos que debemos desterrar de nuestra mente, así como dejar de inculcárselo a nuestros jóvenes y generaciones posteriores, si bien eventualmente por mala fortuna pueda llegar a ser cierto (lo de morirnos hoy o mañana), no es lo más probable, si actúo de esa forma lo único que logre quizás sea meterme en más cuentas por pagar, inclusive por algo que no vaya a realmente usar. Piensa en esto, si nos fuéramos a morir mañana, si esa probabilidad matemática fuera así de alta, las aseguradoras no venderían seguros de vida, no sería un negocio rentable, las aseguradoras pagan si alguien se muere y por otro lado recaudan por el cobro de una póliza que contratamos, es decir se recauda mucho mes a mes por esta razón y se paga muchas menos veces, solo cada vez que alguien muere ( y que haya contratado esa producto), asique es más probable que todos lleguemos a vivir en el entorno de 80 a 82 años sin mayores inconvenientes, en definitiva es muy poco probable que te mueras mañana.
Por último y respecto al dólar como producto de ahorro y la visión que prospera en gran parte de la sociedad, esto tiene más que ver con fenómenos económicos de nuestro país en diversas épocas, como períodos de alta Inflación (pérdida de poder adquisitivo de la moneda en un determinado periodo de tiempo) o con las crisis económicas y los subyacentes problemas que están causan sobre la moneda nacional; es preciso aclarar aquí que la visión de que el dólar es un modelo de ahorro positivo es más asociada a temores de otras épocas, también a la falta de conocimiento sobre otras alternativas de ahorro que existen en el mercado. Para que una moneda extranjera cualquiera, en este caso el dólar se convierta en algo rentable, se deben tener muchas consideraciones, primero comprar cuando el precio es bajo y venderlo cuando sube, la mayoría de la gente compra dólares cuando escucha una noticia de que está subiendo o está en su precio más alto, en ese punto la lógica del mercado marca que lo más probable es que el precio luego baje, ahí la mayoría de la gente se asusta y vende, además de eso hay que tener en cuenta el precio a la compra y a la venta en el que realicemos la transacción, estos factores combinados son una pérdida segura. También hay que tener en cuenta la inflación que sobre cualquier moneda se produce, inclusive el dólar, es decir que durante el periodo que los guardo, puedo llegar a perder poder adquisitivo con dicha moneda. Por tanto pensar que el dólar es la mejor forma de ahorrar, se debe más a un mito de la sociedad que a una certeza, salvo por eventos fortuitos.
Productos financieros para el ahorro. ¿Qué opciones hay en el mercado?
Forma tradicional de ahorro.
Una de las opciones usadas, aunque poco viable, sería acumular dinero físicamente, billete sobre billete, o como se suele decir, “debajo del colchón”; esta práctica que aún permanece en parte de la sociedad sin embargo tiene vario/as contraindicaciones, por ejemplo el riesgo físico de perder el dinero por robos, incendios u otros, pero sobre todo porque al no generar intereses el dinero pierde poder adquisitivo por el avance de los precios de la economía, es decir por inflación.
Por ejemplo, yo al inicio de año tenía un billete de 100 pesos y compraba por el equivalente a 100, ahora bien al finalizar el año la inflación fue de un 5%, eso significa que con ese mismo billete de 100 pesos yo ahora voy a comprar por el equivalente 95 pesos, es decir que perdí capacidad de compra. Mes a mes el instituto nacional de estadística publica la variación de precios de la CBA promedio Montevideo e Interior, dicha variación es lo que conocemos como IPC (índice de precios al consumo) y es el más conocido de los índices que miden la inflación.
Productos financieros accesibles en el mercado.
Hoy por hoy existen en plaza diversos productos financieros a los cuáles podemos acceder de forma sencilla, ya sea en bancos, en instituciones de inversión diversas, inclusive desde un teléfono móvil.
Productos como los Plazos Fijos pueden ser una buena opción para comenzar, estos consisten en realizar un depósito en un banco durante un periodo de tiempo a cambio de una tasa de interés fija. Todos los bancos los ofrecen, lo que si se diferencian es en las tasas de rentabilidad que pagan anualmente, esto es importante, asegúrate que las tasas superen la inflación proyectada (Ver en página del BCU), de esa forma tus ahorros crecerán por encima de la inflación, no solo no perderás poder adquisitivo sino que obtendrás una ganancia real. Recuerda que para ello debes primero tener depositados tus ahorros en alguna institución. Instituciones como el BROU permiten confeccionar este tipo de productos desde la APP e inclusive ofrecen tasas superiores a la media del mercado y otro desde su web si cuentas con un usuario y contraseña.
Bonos del Estado, todos los estados necesitan financiación para funcionar, eventualmente se endeudan a través de préstamos internacionales o a partir de la emisión de productos financieros que se emiten en la bolsa de valores buscando obtener dinero de inversores, los Bonos del Estado son uno de los instrumentos más conocidos, en el caso de Uruguay existen Bonos emitidos en Unidades indexadas, Pesos o Dólares, tienen tasas de rentabilidad diversas de acuerdo al producto y su valor fluctúa constantemente en función de la oferta y la demanda en el mercado de valores. Para acceder a este tipo de productos es bueno acudir a un profesional o a un corredor de bolsa. En este tipo de productos siempre es bueno ver las tasas así como también la calificación crediticia del producto, pero pueden ser una buena opción para incluir en nuestra cartera de inversiones. Se pueden adquirir Bonos del estado Uruguayo como de otros países.
Las acciones son otro de los productos financieros más conocidos, estas representan una participación en la propiedad de una empresa, dependiendo del tipo de accionista estas pueden incluir derechos sobre ganancias y activos de la empresa, en este caso siempre es bueno saber que se trata de un producto financiero más limitado en su acceso, ya que existen mínimos para abrir cuentas en empresas corredoras de bolsa y también que hay posibilidad de ganar dinero, pero también de perderlo, por tanto si bien es un buen producto para integrarlo a nuestra cartera de ahorro, debemos tener claro que existen riesgos.
Los ETF´s o fondos cotizados en Bolsa son una buena opción si nos aterra la fluctuación de las acciones, estos son instrumentos que combinan las características de un fondo de inversión y una acción. Al igual que las acciones se compran y se venden en bolsa pero están constituidos por una canasta de activos diversificados.
Otras de las más conocidas formas de inversión pueden ser las denominadas Obligaciones Negociables, que consisten en la emisión de instrumentos de deudas emitidos por empresas, al adquirirlas los inversores financian sus proyectos a cambio de recibir intereses y el reembolso del capital en un determinado plazo. En el mercado Uruguayo es un instrumento bastante conocido, con tasas bastante interesantes. Un ejemplo en los últimos tiempos de este tipo de productos son los denominados “Conahorro”, que se pueden adquirir simplemente a través de una cuenta títulos del BROU y suscribiéndose en las fechas de cada emisión. Tiene un monto mínimo de inversión de mil dólares.
Ahora que ya tenemos información…
Dentro del mercado financiero existen una diversidad de productos que pueden ayudarnos a gestionar y aumentar nuestra capacidad de ahorro, también como toda inversión existe en mayor o menor medida riesgos asociados y dentro de ese margen cada uno puede ubicarse como ahorrista donde se sienta más cómodo, lo importante es saber que existen y como aprender a manejarlos.
Poner los huevos en distintas canastas como reza el dicho popular es siempre un consejo y por supuesto una forma de minimizar los riesgos, riesgos por pérdida del dinero, por estafas, por fluctuaciones bruscas de los mercados, por caídas de las economías de los países o empresas u otros.
Ahora que se viene el aguinaldo, siempre es bueno pensar en que puedo hacer con él y también pensar en el futuro sabiendo que tenemos un respaldo. Recuerda que este material es informativo y siempre es bueno ante dudas consultar con alguien que conozca del tema.