LIBRES HASTA EL FINAL

La Comisión de Salud de Diputados aprobó en esta jornada por mayoría el proyecto de ley de eutanasia, que será sometido a votación en el plenario en el mes de octubre.
El nuevo proyecto sobre eutanasia, que tiene 12 artículos, surgió tras la unificación de planteos realizados por el Frente Amplio y por el diputado Ope Pasquet, el mayor impulsor de la iniciativa.
A pesar de que algunos legisladores del Partido Nacional habían pedido prorrogar la votación del proyecto, finalmente fue aprobado en Comisión este martes con votos de legisladores del Frente Amplio y del Partido Colorado.
Lejos del ámbito parlamentario, pero directamente tocado por esta realidad en base a su amplia trayectoria como médico, el Dr. Milton Da Silva, brindó en su momento para Cerro Largo Portal su opinión respeto a este polémico tema, y esto decía:
“En estos días está en la agenda política, de medios y de la sociedad toda, el tema de legalizar la eutanasia.
Se define como el acto de provocar intencionalmente la muerte de una persona que padece una enfermedad incurable y dolorosa, para evitar que sufra.
Es un tema muy sensible y que divide a la sociedad, simplemente quiero dar mi opinión como médico de más de 36 años de ejercicio, trabajé en áreas de emergencia, emergencias móviles, salas de internación, policlínicas, etc y asistí infinidad de veces a pacientes graves, muchos en etapa terminal luego de enfermedades muy dolorosas.
Debo decir que en mi formación como profesional de la medicina jamás se trató el tema, jamás se nos enseñó cómo actuar ante una situación de sufrimiento extremo e irreversible, donde ya lo que podíamos hacer se había hecho y fracasado y el paciente y los familiares ya no soportaban más.
Algunos médicos seguramente accedían a colocarles un suero con fármacos para sacarlos de ambiente, sedarlos y que se fueran apagando poco a poco sin dolor.
Algunos seguramente optaban por no hacer nada que pudiera significar reducir los días de vida del paciente ya que podían terminar procesados por homicidio.
Todo lo que indicamos y más cuando son medicamentos controlados queda registrado en la historia clínica.
Unos cuántos que trataron de aliviar el sufrimiento de sus pacientes terminaron procesados y condenados por la sociedad como asesinos.
Nuestros hospitales, donde trabajé muchos años, siempre estuvieron sobre exigidos tanto públicos como privados era común ver salas con 6 pacientes (salas para 2 camas), con todo tipo de patologías, muchas de ellas infecciosas (en la misma sala que un infartado), camas improvisadas en los corredores.
Era común tener a muchos pacientes terminales, alguno fallecía durante la visita a veces recién ingresados sin conocer su historia clínica en profundidad se les hacia RCP con éxito.
Muchos pacientes con enormes tumores en la cara, en la boca, en la lengua, en los ojos, tumores de piel que son muy agresivos en lo local, dan pocas metástasis y prolongan muchos el sufrimiento.
Ningún cáncer es bueno, pero uno que lo ves crecer todos los días es peor.
Desde hace unos años se mejoró algo la asistencia, se formó personal en cuidados paliativos, hay especialistas en oncología en mayor número.
Pero siempre hay un porcentaje que no se cura, sufre mucho y tiene todas las complicaciones posibles.
No solamente el cáncer es una enfermedad incurable y dolorosa, hay muchas otras como la esclerosis múltiple y desde hace unos cuántos años los accidentados de tránsito que quedan muchas veces postrados, con graves secuelas neurológicas y con dolores extremos.
Lo peor que en su inmensa mayoría son jóvenes!
El umbral de tolerancia al dolor difiere en cada persona, muchos no aguantan un sufrimiento permanente e irreversible y piden la muerte asistida o eutanasia. Actualmente no se puede hacer con los pacientes.
Algunos médicos se la han hecho ellos mismos, colgándose un suero con fármacos, haciéndose responsables de su muerte.
La ley que se pretende votar viene a llenar ese vacío y creo que da garantías a todas las partes, paciente, familiares y médicos.
En mi caso considero a la muerte como un evento más de nuestra existencia, nadie se salvará de ella, unos antes otros después, pero al final todos, independientemente de raza, credo y posición social.
He tenido muchas experiencias con la muerte, pacientes que tenían desde el punto de vista médico un pronóstico muy favorable se morían de repente.
Otros con todo para morir se recuperaban, en una ocasión estando de retén en cardiología me llamaron por un paciente que había ingresado en paro cardio respiratorio (muerto clínicamente), fui rápidamente, generalmente cuando llegaba había mucho movimiento de familiares y personal de salud, ese día había un gran silencio, fui al box de reanimación y veo a un paciente intubado, monitorizado y con un ritmo cardiaco normal, voy al estar médico y le pregunto por el paciente al médico que estaba de guardia y me dice “se murió, lo tratamos de reanimar casi una hora, lo cardiovertimos más de 20 veces y no salió”.
Le pregunté si lo había enviado a la morgue y me dice que no, que estaba en el box de reanimación y que sus familiares ya habían ido a la empresa fúnebre.
Le dije que estaba vivo, con ritmo sinusal normal y de hecho se recuperó y después de un par de días pasó a sala, fue estudiado y se fue de alta.
No me pregunten lo que nos dijeron los familiares que ya venían entrando con los funebreros!
La muerte siempre anda junto a nosotros.
Aunque reconozco que la mayoría de nosotros la vemos como algo muy lejano y casi que imposible.
Tengo pacientes y amigos con casi 100 años que ni se les ocurre que un dia puedan morir.
En ese momento y seguramente sea el único todos somos iguales.
No deberíamos temerle, aunque como médico mi obligación es que le llegue a mis pacientes lo más lejano posible y sin sufrimiento”.