El Estado le calvó el visto: joven remendó pierna amputada con cinta aisladora y precintos

Franco Berni, de 26 años, sufrió un grave accidente el 21 de diciembre de 2018 que derivó en la amputación de su pierna izquierda, tras una mala praxis en el Hospital de Melo, según nos dice. Desde entonces, su vida se convirtió en una lucha constante por poder caminar y trabajar con dignidad, algo que por ahora no logra.
A pesar de haber conseguido su primera prótesis a través de MIDES y la última por medio del BPS mientras trabajaba, al quedarse sin empleo la cobertura se interrumpió. Su prótesis se rompió y, para poder seguir desplazándose, tuvo que improvisar: actualmente camina con su pierna sostenida únicamente con precintos y cinta aisladora.
En marzo de 2025 solicitó nuevamente una prótesis a MIDES. Siete meses después, su pedido sigue “en trámite”, sin respuestas concretas. Para poder seguir adelante, una hermana lo ayudó tramitando un préstamo y debió endeudarse en 2.500 dólares para un cambio de molde que debería haber sido cubierto por el Estado. Ahora necesita reemplazar el pie de la prótesis, cuyo costo varía entre 600 y 1.000 dólares, un gasto que no puede afrontar. Menos aún, tras el prestamos asumido que debe pagar.
Berni cuenta con experiencia laboral en cámaras de frío, reparto y construcción, conoce muy bien las calles de Melo y posee libreta de moto, además de proyectar obtener la de auto. Su objetivo no es recibir dinero, sino recuperar la independencia que le fue arrebatada por un accidente y por la inacción de las instituciones.
Este caso evidencia la negligencia del Estado frente a quienes más lo necesitan, obligando a los ciudadanos a depender de su propio esfuerzo y deudas para cubrir necesidades básicas de salud y movilidad. A siete años del accidente, la indiferencia institucional obliga a un joven a sostener su vida con cinta y precintos, mientras lucha por lo que le pertenece: vivir con dignidad.

