A la hora de elegir en un deporte para nuestros hijos, pensamos en uno que no solo beneficie su físico, su salud, sino uno que implique también un desarrollo mental, social, y emocional.
El Patinaje es un deporte que exige una perfecta combinación entre mente y cuerpo y a la vez una alta coordinación sensorio-motriz que compromete, desarrolla y agudiza el sentido del equilibrio y el manejo del espacio.
Detrás de todas las bondades que se puedan destacar, está la ilusión de quienes practican este deporte artístico, para representar en muchas oportunidades a su comunidad, tal cual aconteció este fin de semana en Cerro Chato, donde el grupo de patín artístico y ballet de Tupambaé dijo presente.
Desde la alcaldía de la pequeña localidad de la ruta 7, se resaltó dicha presencia, expresando que “Queremos dejar un mensaje muy importante a cada niña y a cada familia: valoramos inmensamente el esfuerzo de cada una. Felicitamos por todo lo logrado hasta el momento, y sabemos que vendrán muchos más logros. Destacamos su actitud frente al público. Sabemos cuántas horas invierten en superarse día a día y también sabemos el apoyo de las familias. No hay nada más importante que acompañar a nuestros niños en los procesos. Acompañarlos con AMOR, RESPETO, EMPATÍA, TOLERANCIA Y COMPRENSIÓN, no nos olvidemos que estamos forjando personalidades. ¡Felicitaciones a todas ellas por el empeño, estamos orgullosos de ustedes!”, concluye diciendo la publicación.
BENEFICIOS DEL PATINAJE
Psicofísicos: Como todos los deportes el patinaje aporta beneficios tanto para nuestro físico como para nuestra salud interna. Contribuye a mejorar el estado físico aumentando la resistencia aeróbica, activado la circulación sanguínea, fortaleciendo piernas, pulmones y corazón. Contribuye además a desarrollar el equilibrio, la concentración y la coordinación; aportando mejoras destacadas en niños con pequeñas dificultades motrices. Trabajando sobre el equilibrio se mejora además la capacidad auditiva y por consecuente la comunicación y expresión oral del niño.
Emocionales: EL patinaje trabaja bajo los conceptos de atención, disciplina, trabajo, y auto superación; fomentando de este modo a los niños la autoconfianza y seguridad en sí mismos; la superación de los miedos y obstáculos con la premisa que todo es posible con aprendizaje y trabajo.
Sociales: El patinaje es un deporte integrador. Todo niño puede realizarlo una vez que aprende a caminar con estabilidad (aproximadamente a partir de los 3 años de edad); no importa la contextura física, alto, bajo, gordo, flaco; ni la edad a la que comiencen; ni sus habilidades cognitivas; de hecho, niños con retrasos madurativos se ven beneficiados en sus procesos con la práctica de este deporte. De este modo el patinaje como hemos mencionado, integra a todos los niños, fomentando la aceptación de las diferencias entre ellos; la ayuda, el apoyo mutuo; el compañerismo; y el trabajo en equipo. Favorece asimismo la inserción social de aquellos niños con dificultades en la sociabilización.
En que se basan las clases de este deporte: La dinámica de las clases consiste en enseñar la técnica del patinaje a través de ejercicios y juegos en los que los pequeños aprendan habilidades de desplazamientos y vayan adquiriendo el sentido del equilibrio e incrementando la coordinación motriz, sobre todo en el caso de niños que comienzan a practicarlo desde una edad temprana.
Trabaja la flexibilidad del cuerpo; así como la coordinación y el equilibrio con el aprendizaje de saltos y giros. Mediante los ejercicios y la práctica en grupo, se afinan también los reflejos, ya que se requiere una alta concentración para detectar los obstáculos.
Y sobre todo, se parte de la premisa de aprender este deporte tanto desde la disciplina como desde la diversión.