Fiebre Mundialista: Récord de venta de figuritas con más de 25 mil puestos en todo el país
La venta de figuritas del álbum del Mundial Qatar 2022 es mucho mayor que en años anteriores. Hay 25 mil puntos de venta en todo el país y en muchos de ellos se agotan a pocos días de llegar. Pero ¿cómo está funcionando el mercado? y ¿cómo podemos acompañar a nuestros hijos para que disfruten esta actividad?.
El gerente de Marketing y Ventas de Panini, Nicolás Lerner, dijo a Subrayado que se vende mucho más rápido que en los Mundiales anteriores y genera algo que ellos nunca habían visto hasta ahora. “Se puede decir que hay casi un álbum por familia”, aseguró. Lerner dijo que la compra de figuritas “no tiene género, no tiene edad, realmente corta transversalmente la sociedad”. La fábrica que los abastece en San Pablo trabaja las 24 horas.
La empresa siempre imprime la misma cantidad de figuritas y el ensobrado es automático. Desde el año 1970 está encargada de los álbumes y las figuritas. Son 20 especiales en 4 versiones: bordeaux, dorado, plateado y bronce. Cada selección tiene 18 jugadores y el escudo brillante. Son 50 las figuritas o menos que se pueden comprar a partir del mes de octubre.
Nakia, vendedor de figuritas callejero, indicó que ya hay gente que está terminando de llenar el álbum y que “la fiebre arrancó antes”. Contó que muchos padres van en busca de figuritas para sus hijos pero, en realidad es para ellos porque también les gusta.
En el Mundial de Rusia se vendieron 9 millones de sobres en Uruguay, y se espera superar esta cifra. La venta comenzó el 20 de agosto y hay personas que ya llenaron el álbum. Cada sobre tiene un valor de 40 pesos y trae 5 figuritas. El álbum de Qatar 2022 tiene 638 figuritas y abarca 32 selecciones.
Subrayado consultó a la Magister en Psicología Clínica Infantil, Galia Leibovici, sobre el fenómeno de la compra y venta de las figuritas y la incidencia en los más pequeños. La especialista afirmó que se trata de “una sumatoria de oportunidades”. Explicó que genera mucha ansiedad y un cúmulo de emociones que no todos los niños pueden manejar además de que es una oportunidad para desarrollar habilidades básicas. “Es una fuente de motivación, para poder trabajar motivación, trabajar lo que tiene que ver con la secuencia numérica”, dijo.
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